La absorción de Tacisa por JTI abre la puerta al mantenimiento del empleo

El comité de empresa de la tabaquera tinerfeña considera que el anuncio de la multinacional de asumir directamente la gestión de aquella es "el camino que se debió seguir desde el principio", aunque pide una negociación "clara" sobre el proceso de fusión para que en éste se den garantías laborales de futuro.

"Hacemos un análisis en positivo, porque éste debería haber sido el camino a seguir por la compañía desde el principio: una centralización de la producción", declaró ayer el secretario de general de la Federación Agroalimentaria del sindicato CCOO-Canarias, Juan Plasencia, como valoración del anuncio de Japan Tobacco International (JTI) de absorción de la tinerfeña Tacisa, que "abre una nueva vía", agregó, para dar garantías de continuidad a los puestos de trabajo de la planta.

"Éste es un proceso más natural y, ante él, hacemos un llamamiento a JTI para que, desde la responsabilidad, negocie con claridad y transparencia el protocolo de fusión y las reglas de juego del mismo para asegurar el futuro de esta industria en Canarias", continuó Plasencia, quien reconoció que la existencia de la misma se basa más en el marco económico específico del que goza, que de su aportación al empleo, aunque ésta también sea importante.

El comité de empresa -cuyos miembros acompañaron ayer al secretario sindical durante una rueda de prensa-, "está dispuesto a negociar, como ha intentado desde septiembre, pese a que la empresa se ha estado negando hasta ahora". Cabe recordar que JTI presentó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que fue rechazado por la Dirección General de Trabajo del Gobierno canario, tras lo que procedió a despedir a doce empleados de Tacisa y cuatro de la planta de CITA, también tinerfeña.

La readmisión de estos trabajadores se incluirá en la negociación que mantendrá el comité de empresa de la tabaquera y la multinacional japonesa, adelantó Plasencia: "Es imprescindible hablar de esos despidos en el periodo de consultas previo a que se haga efectiva la fusión. JTI debe demostrar sensibilidad y el interés en llegar a acuerdos debe ser mutuo".

Además, insistió en que los trabajadores de Tacisa "lamentarían que la compañía no cambiara de actitud, porque lo que menos queremos es un enfrentamiento, y quien diga eso se equivoca". En cualquier caso, admitió que el anuncio del cambio en la gestión de la planta, que se produjo la semana pasada, según CCOO, plantea una situación "menos agresiva y puede ser una oportunidad para el acuerdo", recalcó.

Para el secretario sindical, "hay posibilidades de mantener dos fábricas en Tenerife", y éstas se deben explorar para garantizar que el marco normativo que hace atractiva la instalación de esta industria siga vigente, para lo que se ha retomado, tras años de inactividad, la Mesa del Turismo, en la que participa el Gobierno de Canarias, que ha roto una lanza en favor de mantener la actividad.

Plasencia recordó que el "conflicto abierto" en torno a la continuidad de Tacisa data de 2007, cuando JTI adquirió la inglesa Gallaher y, con ésta, la firma tinerfeña. "Éstos han sido dos años en los que, desde el principio, se acabaron las inversiones y se ocultaron al comité de empresa las intenciones de cerrar, mientras se trabajaba para ello", aseguró.

"Esta forma de hacer las cosas nos ha llevado a que los últimos ocho meses, desde que se presentó el plan de cierre, hayan sido de conflicto y lucha. Ni en las formas ni en el fondo, definido por una pérdida masiva de empleo y una actuación discriminatoria, JTI ha permitido llegar a un acuerdo", añadió. De momento, lo que se ha producido es un "giro" en las formas que se confirmará en la práctica con garantías para el empleo.

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El proceso de fusión de la empresa en JTI

El comité de empresa de Tacisa aboga por garantizar empleo y futuro en el proceso de fusión de la empresa en JTI

Juan Plasencia, secretario general de agroalimentaria de CCOO Canarias, junto con los miembros del comité de empresa de Tacisa, ofrecieron rueda de prensa este viernes para valorar el anuncio de fusión por absorción de la empresa Tacisa por parte del grupo multinacional japonés JTI y dijo que cuando se inicie el proceso de protocolo de fusión, se verán las verdaderas intenciones de la multinacional, asegurando que lo normal sería garantizar el empleo y el futuro.
Plasencia informó en dicho acto informativo que el futuro más cercano en esta problemática es que la multinacional tabaquera JTI (Japan Tobacco International ) tiene la intención de fusionar por absorsión a la empresa Tacisa como de la también tinerfeña CITA, asumiendo la gestión directa de las fábricas.Dijo que el motivo de la convocatoria de la rueda de prensa es que se ha convocado por parte de la empresa la absorción de Tacisa por parte de JTI, lo que hará que en un futuro muy próximo la gestión sea la de una sola empresa que se llamará JTI Canarias.

Tras esta nueva vía, que debió ser adoptada hace mucho tiempo, los trabajadores hacen un llamamiento a la responsabilidad por el futuro de la empresa y para mantener el empleo, mediante una negociación transparente en donde se garantice futuro y empleo, dejando claro la disposición a la negociación previa a la fusión poniendo sobre la mesa las reglas del juego de antemano.

El dirigente sindical recordó que en los últimos meses se ha despedido a 16 empleados, tras la denegación de un expediente de regulación de empleo (ERE) por parte de la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Canarias, de ahí que la estrategia de la multinacional era cerrar la fábrica y despedir al resto de trabajadores, ante lo cual, al comité de empresa no le quedó más remedio que llevar a cabo una confrontación responsable por medio de una salida razonable al conflicto que justifique, con un nivel de empleo adecuado, el marco específico canario del que goza la industria del tabaco, para cuya supervivencia es vital llegar a acuerdos.

Plasencia señaló que los trabajadores abogan por el plan A, en donde el comité exige garantías de empleo y futuro, y añade que de fallar este plan, quedaría el B, en donde si el empleo resultante no justifica el marco fiscal se acabará la industria tabaquera en Canarias.

Por este motivo, hace un llamamiento a la responsabilidad de JTI para que abra una negociación clara en el proceso de fusión, en donde apuesta por el futuro y el empleo.Aseguró que cuando se habla de proceso de fusión, no cabe duda, ocurre que una vez que sale es imprescindible hablar de despidos, pero añadió que cada cosa tiene un orden y se verá cuando se abra la mesa de negociación porque recuerda una vez más que el ERE fue ganado por los trabajadores.

Aspira a que JTI demuestre sensibilidad e inteligencia para alcanzar acuerdos porque de lo contrario la problemática va a continuar como hasta ahora, teniendo que intervenir los políticos y la ciudadanía para lograr la paz, ya que consideró que JTI no puede ni debe perder la oportunidad de garantizar el futuro haciéndolo a través de un proceso claro y transparente.

Juan Plasencia afirmó que lo mejor que tiene esta empresa es el capital humano con el que cuenta, el cual no se ha dejado manipular ni ha entrado en un conflicto irresponsable en ningún momento, porque la lucha se basa en la defensa del futuro y del empleo.Añadió que quiere pensar en positivo porque el empleo es fundamental, máxime en estos tiempos que corren, por eso lanzó el mensaje de que el puesto de trabajo hoy en día no tiene precio, en defensa del empleo y el futuro para las generaciones venideras.El dirigente sindical finalizó su intervención asegurando que la multinacional japonesa tiene una oportunidad histórica frente a sí para garantizar el futuro del sector tabaquero canario, una industria que existe en el archipiélago desde hace más de 500 años y que por responsabilidad no debe extinguirse.

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La tinerfeña Tacisa será absorbida por JTI

La Federación Agroalimentaria del sindicato CCOO-Canarias informó ayer de las intenciones de la multinacional tabaquera Japan Tobacco International (JTI) de absorber la tinerfeña Tacisa, un movimiento sobre el que se posicionará públicamente hoy en una rueda de prensa el comité de empresa de la segunda firma.
Con este movimiento, JTI, propietaria tanto de la planta de Tacisa como de la también tinerfeña CITA, asumirá la gestión directa de ambas fábricas, de las que se ha despedido en los últimos meses a 16 empleados, tras la denegación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por parte de la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Canarias.
El secretario general de la citada federación sindical, Juan Plasencia, destacó ayer, a preguntas de EL DÍA, que el plan inicial de JTI -no la absorción anunciada- "conducía de antemano al cierre de Tacisa, era insostenible a corto y medio plazo y no disponía de un empleo mínimo asegurado".
La estrategia de la multinacional era, según Plasencia, cerrar la fábrica y despedir a 164 trabajadores, con lo cual también se perderían otros 104 puestos de trabajo indirectos. Ante ella, recordó, la actitud del comité de empresa ha sido una confrontación "responsable".
También habló de "realismo", y, al respecto, señaló que para la viabilidad de la planta habrá que resolver la pérdida de producción de las marcas propias canarias, no abandonar el cigarro puro y no renunciar a las posibilidades de exportación.
Los trabajadores de Tacisa siempre han buscado, añadió, una salida "razonable" al conflicto que justifique, con un nivel de empleo "adecuado", el marco específico canario del que goza la industria del tabaco, para cuya supervivencia es vital llegar a acuerdos en la retomada Mesa del Tabaco isleña.

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La industria tabaquera y su encrucijada en Canarias

JUAN PLASENCIA LEÓN *

Hay quienes se quejan de que TACISA ha salido en exceso en los periódicos. Pero en todas las grandes empresas industriales españolas donde se han querido hacer grandes reducciones de empleo han salido hasta en los telediarios. Porque el conocimiento de lo que pasa es esencial para que una empresa no actué arbitrariamente con algo tan sagrado como es el empleo de cientos de padres de familia.
Esa queja la ha expresado un señor (lo siento, me cuesta llamarlo compañero) que ha dedicado su tiempo a insultarme en los periódicos. Como si uno no tuviera bastante castigo con ser noticia porque lo despiden, lo discriminan y porque el sector industrial en el que trabaja corre un peligro cierto.
Esa es la lamentable noticia: pérdida de empleo masivo y puesta en peligro de un subsector industrial como el tabaquero, que tiene una tradición centenaria en Canarias. Y, sin embargo, hoy día sobrevive más por ser un mercado específico y apoyado por el régimen económico especial de Canarias que por sus indudables posibilidades propias, que las tiene. Cosas de la globalización.
Frente a la alegría con la que se quieren destruir puestos de trabajo sólo cabe, en mi opinión, actuar con mucha firmeza. Eso sí, desde el realismo y la capacidad negociadora. Con modestia, pero desde la convicción más firme, sostengo y afirmo que, frente a la decisión de J.T.I. de cerrar la fábrica con la consecuencia de despedir a 164 empleados directos y a otros 104 habituales mensuales, la actitud del Comité de TACISA ha sido la que impone el sentido común: actuar codo con codo con los trabajadores y todos los sindicatos representados en el comité en la defensa del empleo con realismo, responsabilidad y capacidad negociadora.
Quienes no nos van a confundir (por más que el señor a que me refería me llame "mesías") son los que defienden que para actuar con realismo y responsabilidad hay que sostener que las reglas del mercado no tienen sus correcciones. Para esos defensores a ultranza del mercado puro y duro, los representantes de los trabajadores deberíamos limitarnos a ser meros espectadores de lo que sucede; a contar los empleos que se destruyen y, en el mejor de los casos, a ponerles precio.

Frente a esa versión de "realismo económico", preferimos otras: así, por ejemplo, la multinacional Volkswagen ha confirmado que el Audi Q3 se va a fabricar en Barcelona. Esto va a significar miles de empleos para más de cinco años. Es el resultado de la negociación y la lucha sostenida por los trabajadores, la implicación de las Administraciones central y autonómica, y, por último, la sensibilidad de la empresa para llegar a un acuerdo razonable y sostenible.

Ese es, a mi juicio, el camino: hablar de producción y de empleo a futuro. Con más motivo en estos momentos en que JTI ha presentado un proyecto de fusión de sus tres empresas. No podemos dejar de llamar a la responsabilidad a todos los actores implicados: Gobierno, sector industrial y especialmente J.T.I.. Debemos, entre todos, propiciar una solución al conflicto que evite la salida equivocada en la encrucijada en la que nos encontramos.
El plan que J.T.I. nos proponía conducía de antemano al cierre de TACISA, era insostenible a corto y medio plazo y no disponía de un nivel de empleo mínimo asegurado. Estaba abocada a ello si no se resuelven previamente los problemas de pérdida de producción de las marcas propias canarias, si se deja en precario el cigarro puro y si se quiere ajustar el número de empleos para sacar adelante sólo la producción consumida en el mercado canario, renunciando a las posibilidades de exportación al exterior.
Con esa actitud JTI nos abocaba al conflicto. Y nos situaba a los trabajadores ante dos caminos posibles:

a.- Un acuerdo que dé una salida razonable y que justifique, con un nivel de empleo adecuado, el marco específico canario de que goza la industria del tabaco es el camino para que la mesa del tabaco que se acaba de constituir alcance otros acuerdos complementarios que fortalezcan y amplíen dicho marco, incluidas medidas para el puro canario;

b.- Una salida traumática y sin acuerdo.
Esta segunda opción indeseable significaría, en opinión de mucha gente, el certificado la defunción del marco específico canario para el tabaco. No habría la compensación social que lo justifique. Y si esa baja fiscalidad desaparece, los nuevos ingresos tributarios que obtenga la Administración habrá que dedicarlos a la reconversión industrial hacia sectores más sostenibles. No tendría ningún sentido que se mantuviera la producción y el beneficio de las marcas a costa de la "caja fiscal" y los empleos de todos los canarios. Eso lo sabe hasta el más simple. Sólo los que olvidan la dimensión social de las empresas y se centran en su exclusivo y particular beneficio acaban situándose fuera de la realidad. Y también del mercado.

* Presidente del Comité de Empresa de TACISA-JTI

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1º de Mayo en Santa Cruz de Tenerife
La crisis saca a la calle a casi 2.000 trabajadores y parados

Casi 2.000 trabajadores, parados, jubilados y niños salieron ayer a la calle en la capital tinerfeña para reclamar la conservación de los derechos laborales y denunciar los ataques que están sufriendo los trabajadores desde que comenzó la crisis. La unión de CC OO, UGT, CoBas, Uso-Canarias, EA Canarias, CESP y CSI-F para conmemorar la jornada del 1 de Mayo fue valorada ayer por sus representantes como un acierto que sirvió para reunir a muchos más manifestantes que el pasado año. Juan Jesús Arteaga, secretario general de CC OO Canarias, valoró la unidad sindical de este año y afirmó que "estamos ante una situación excepcional que requiere respuestas excepcionales. Frente a la crisis, lo primero es la unidad".La manifestación se inició en el Parque de La Granja y transcurrió por la calle San Sebastián camino de la sede de la Presidencia del Gobierno canario, donde la escritora Julia Gil y el músico Domingo Corujo dieron lectura al manifiesto reivindicativo.

Entre las principales demandas están "una salida de la crisis que suponga otro modelo de relaciones sociales y económicas y la defensa del Estado Social y de Derecho". Pero también los sindicatos canarios piden a los políticos locales que no haya despidos ni rebajas o congelación de salarios, mejora de las prestaciones sociales, suspensión de cortes de luz, agua y teléfono a las familias en paro, uso inmediato de la RIC y freno a los grandes proyectos desarrollistas. Es por eso que las consignas contra el Gobierno canario y Coalición Canaria se repitieron durante todo el trayecto, al igual que "la crisis que la paguen los banqueros". La petición de ir a la huelga general también fue uno de los lemas más coreados.

La Coordinadora Sindical Canaria consiguió, además, que algunas organizaciones vecinales y colectivos de inmigrantes se sumaran a la manifestación bajo el eslogan: "de aquí o de fuera, todos somos obreros". Sin embargo, no estuvieron presentes ninguno de los dirigentes políticos de la Isla, a excepción de la diputada socialista Gloria Gutiérrez y algunos miembros de Izquierda Unida (IU).

En el principal acto del 1 de Mayo cobraron especial protagonismo los trabajadores de las empresas canarias que sufren o han sufrido un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Los trabajadores de Tacisa estuvieron presentes y en el transcurso de la manifestación hubo muestras de apoyo a sus empleados.

Manifestaciones de FSOC e Intersindical Canaria. Desde la plaza Weyler de la capital tinerfeña y hasta la plaza de la Candelaria discurrió la manifestación organizada por FSOC e Intersindical Canaria que reunieron a casi un millar de personas. En un comunicado en el que explican porqué no acudieron a la llamada de la Coordinadora Sindical, aseguran que "no pueden ser coincidentes con aquellos otros que, hipócritamente, pretenden montar una ficticia unidad en el día de los trabajadores, cuando su práctica sindical durante todo el año, dista mucho de ser una coherente posición frente a la injusticia social".

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