Pierre de Labouchere
Presidente y Chief Executive Officer
JTI Internacional
1, rue de la Gabelle 1211 Geneva 26
Madrid, 13 de abril de 2009
Muy Sr. mío:
En mi reciente visita a Tenerife tuve la oportunidad de acercarme a la fábrica de TACISA, intercambiar puntos de vista con el Comité de Empresa y mostrar mi solidaridad con sus trabajadores y trabajadoras en su lucha por evitar la drástica pérdida de empleo.
Como Vd. sabe, este intento de llevar adelante una fuerte reducción de empleo y el cierre de un centro productivo se produce en un contexto general de desaceleración económica e intenso crecimiento del desempleo en nuestro país. Por lo que entiendo, estas medidas deben estar, desde sus criterios, más justificadas que nunca; pero deben sostenerse sobre una negociación entre las partes que sea transparente, abierta y equilibrada a las diferentes propuestas de los interlocutores. Ninguna de estas premisas percibo que se cumplan con las decisiones que quiere implementar J.T.I. en Tenerife, únicos centros productivos en España.
Tampoco se ha tenido en cuenta el espectacular crecimiento en ventas de sus principales marcas en el mercado peninsular y el dimensionamiento óptimo actual de TACISA; además de estar operando en un mercado específico como el del tabaco en Canarias que se caracteriza por ser un espacio singular dentro de la Unión Europea, en el que existe una baja fiscalidad (IGIC), alta protección a la producción interna (AIEM), y regulación soft respecto a la venta en función de los principios del Régimen Económico y Fiscal de las islas. Además, las empresas se benefician de los incentivos generales del REF, tales como los regulados en los artículos 25, 26, 27 y 28, más la regulación especial, más favorable, de la deducción por inversiones en Canarias.
Todo esto incide de tal manera que lleva a las empresas que operan en Canarias a obtener cuantiosos beneficios, con unos márgenes, respecto a algunos segmentos de cigarrillos, cercanos al 50% frente al 7 u 8% en península.
Me interesa destacar lo expresado en los párrafos anteriores porque, independientemente de que la falta de justificación venga acreditada por el rechazo al E.R.E. por parte de la autoridad laboral, creo que son bases suficientes para exigir un compromiso con el mantenimiento de la producción y el empleo, y para la negociación.
De ahí mi sorpresa ante la posición intransigente de la empresa de no querer entrar a negociar más que cierre y despidos; de no prestar la más mínima atención a las posibilidades ofrecidas por el Comité de Empresa de aplicar medidas que den viabilidad a TACISA o, incluso, estudiar la concentración productiva con un acuerdo equilibrado, proporcional y no discriminatorio que ofrezca garantías de futuro.
Por todo ello he de hacerle llegar mi repulsa a que la única respuesta de la empresa, tras el rechazo del E.R.E., haya sido proceder a entregar cartas de despido individuales a doce trabajadores y le invito a que dé las instrucciones precisas para acabar con este tipo de prácticas e iniciar negociaciones para buscar la salida más adecuada y responsable, en línea con lo expresado en el párrafo anterior.
Atentamente,
Ignacio Fernández Toxo.
Presidente y Chief Executive Officer
JTI Internacional
1, rue de la Gabelle 1211 Geneva 26
Madrid, 13 de abril de 2009
Muy Sr. mío:
En mi reciente visita a Tenerife tuve la oportunidad de acercarme a la fábrica de TACISA, intercambiar puntos de vista con el Comité de Empresa y mostrar mi solidaridad con sus trabajadores y trabajadoras en su lucha por evitar la drástica pérdida de empleo.
Como Vd. sabe, este intento de llevar adelante una fuerte reducción de empleo y el cierre de un centro productivo se produce en un contexto general de desaceleración económica e intenso crecimiento del desempleo en nuestro país. Por lo que entiendo, estas medidas deben estar, desde sus criterios, más justificadas que nunca; pero deben sostenerse sobre una negociación entre las partes que sea transparente, abierta y equilibrada a las diferentes propuestas de los interlocutores. Ninguna de estas premisas percibo que se cumplan con las decisiones que quiere implementar J.T.I. en Tenerife, únicos centros productivos en España.
Tampoco se ha tenido en cuenta el espectacular crecimiento en ventas de sus principales marcas en el mercado peninsular y el dimensionamiento óptimo actual de TACISA; además de estar operando en un mercado específico como el del tabaco en Canarias que se caracteriza por ser un espacio singular dentro de la Unión Europea, en el que existe una baja fiscalidad (IGIC), alta protección a la producción interna (AIEM), y regulación soft respecto a la venta en función de los principios del Régimen Económico y Fiscal de las islas. Además, las empresas se benefician de los incentivos generales del REF, tales como los regulados en los artículos 25, 26, 27 y 28, más la regulación especial, más favorable, de la deducción por inversiones en Canarias.
Todo esto incide de tal manera que lleva a las empresas que operan en Canarias a obtener cuantiosos beneficios, con unos márgenes, respecto a algunos segmentos de cigarrillos, cercanos al 50% frente al 7 u 8% en península.
Me interesa destacar lo expresado en los párrafos anteriores porque, independientemente de que la falta de justificación venga acreditada por el rechazo al E.R.E. por parte de la autoridad laboral, creo que son bases suficientes para exigir un compromiso con el mantenimiento de la producción y el empleo, y para la negociación.
De ahí mi sorpresa ante la posición intransigente de la empresa de no querer entrar a negociar más que cierre y despidos; de no prestar la más mínima atención a las posibilidades ofrecidas por el Comité de Empresa de aplicar medidas que den viabilidad a TACISA o, incluso, estudiar la concentración productiva con un acuerdo equilibrado, proporcional y no discriminatorio que ofrezca garantías de futuro.
Por todo ello he de hacerle llegar mi repulsa a que la única respuesta de la empresa, tras el rechazo del E.R.E., haya sido proceder a entregar cartas de despido individuales a doce trabajadores y le invito a que dé las instrucciones precisas para acabar con este tipo de prácticas e iniciar negociaciones para buscar la salida más adecuada y responsable, en línea con lo expresado en el párrafo anterior.
Atentamente,
Ignacio Fernández Toxo.
Secretario General CC.OO
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