JTI quiere cerrar la fábrica de Tacisa
Escribo estas líneas para mostrar mi apoyo a los trabajadores de Tacisa que se encuentran actualmente inmersos en una batalla contra la JTI, multinacional tabaquera japonesa, en defensa de sus puestos de trabajo y de la escasa industria que queda en nuestra tierra.
El 1 de octubre de 1994 cinco mil personas se manifestaban en Santa Cruz de Tenerife en defensa de la producción de cigarrillos y de los puestos de trabajo del sector tabaquero en Canarias; quince años después, 600 personas se vuelven a manifestar defendiendo sus puestos de trabajo y luchando por evitar el cierre de Tacisa, una de las dos fábricas que quedan aún en Tenerife.
El anuncio del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la multinacional japonesa JTI presentó en la fábrica de tabacos Tacisa y que la Consejería de Empleo del Gobierno de Canarias ha rechazado, es un preaviso de un nuevo recorte drástico de plantilla incluyendo, por lo tanto, el cierre de una fábrica, hecho que esta región no se puede permitir.
Todas las multinacionales que se implantaron en Canarias y que han ido desapareciendo han ganado mucho dinero en estas Islas. No existe razón que justifique una medida de este tipo, ya que el marco económico y fiscal que actualmente existe en Canarias incluye medidas adecuadas para estas empresas, indicando que tienen en las islas una baja fiscalidad en el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) y protección del Arbitrio sobre la Importación y la Exportación de Mercancías (AIEM), aprobado por la UE.
La reacción contra esta nueva tropelía, y más en los tiempos que corren, deberá ser contundente, correspondiendo al Gobierno de Canarias la elaboración de propuestas y poner en acción todos los mecanismos necesarios de que la Administración dispone, que eviten este cierre; a los sindicatos efectuar un frente común, la negociación directa y las movilizaciones sociales que consideren oportunas, y a la sociedad canaria, reaccionar y no ser indiferente ante hechos como estos, para poder conservar lo poco que nos queda.
Por último, recordar, como reflexión, que en el año 1983, la industria tabaquera daba empleo directo a más de 4.500 trabajadores repartidos en 11 fábricas, hoy en día no llegan a 500 entre dos.
N.A.G.
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